Federico García Lorca

 

 VIDA:

 

        Nació en Fuentevaqueros (Granada) en 1898. En Granda inició las carreras de Letras y Derecho (sólo terminaría la segunda). Además, estudió música con pasión y más, estudió música con pasión fue amigo entrañable de Manuel de Falla. En 1919 se instala en la Residencia de Estudiantes, de Madrid, y traba entrañables relaciones con escritores consagrados (Juan Ramón), con artistas jóvenes (Dalí, Buñuel…) y con los poetas que constituirán su grupo poético. Su personalidad y su obra lo sitúan pronto a la cabeza del grupo. Durante el curso 1929-1930, marcha a Nueva York como becario, experiencia que lo marcará profundamente. De regreso a España, funda en 1932 La barraca, grupo teatral universitario con el que recorre los pueblos de España representando obras clásicas. En 1933 hace un viaje triunfal a Buenos Aires, donde sus dramas obtienen gran éxito. Y, de nuevo en España, prosigue su trabajo infatigable de poeta, autor dramático, director escénico, conferenciante… Su labor le ha granjeado la máxima admiración y numerosos homenajes, pero también mezquinas envidias. Y su acercamiento cada vez mayor al pueblo le atrae odios, que condujeron a su asesinato a comienzos de la guerra civil, en agosto de 1936.

        La personalidad de Lorca ofrece un doble rostro: de un lado, su vitalidad arrolladora, desbordante de simpatía; de otro, un íntimo malestar, un dolor de vivir, un sentimiento de frustración, como anuncio de su trágico destino.

 

POÉTICA:

Dentro de su grupo poético, Lorca es el ejemplo más hondo de esa trayectoria que va del “yo” al “nosotros” (sin renunciar a nuevos y hondos buceos y en su “yo” dolorido). Su arraigo popular y su hondura trágica no dejan de conmovernos, ni su arte de admirarnos. Su fama, como se sabe, es universal, y-aunque, en parte, se deba a razones extraliterarias- hay en su obra suficientes valores para justificar plenamente el puesto que ocupa.

El universo lorquiano se define por un palpable sistematismo: la poesía, el drama y la prosa se alimentan de obsesiones -amor, deseo, esterilidad- y de claves estilísticas constantes. La variedad de formas y tonalidades nunca atenta contra esa unidad cuya cuestión central es la frustración.

Su estilo se caracteriza por la presencia de elementos tradicionales, utilizando frecuentemente símbolos en su poesía. Estos símbolos se refieren muy frecuentemente a la muerte aunque, dependiendo del contexto, los matices varían bastante.

 

Los símbolos centrales en su poesía son:

  • La luna: es el símbolo más frecuente en Lorca. Su significación más frecuente es la de muerte, pero también puede simbolizar el erotismo, la fecundidad, la esterilidad o la belleza.
  • El agua: cuando corre, es símbolo de vitalidad. Cuando está estancada, representa la muerte.
  • La sangre: representa la vida y, derramada, es la muerte. Simboliza también lo fecundo, lo sexual.
  • El caballo (y su jinete): está muy presente en toda su obra, portando siempre valores de muerte, aunque también representa la vida y el erotismo masculino.
  • Las hierbas: su valor dominante, aunque no único, es el de ser símbolos de la muerte.
  • Los metales: también su valor dominante es la muerte. Los metales aparecen bajo la forma de armas blancas, que conllevan siempre tragedia.

El recurso estilístico central es la metáfora y aunque incorpora a su poesía sin problemas novedades literarias, su obra está plagada de elementos tradicionales que demuestran su inmensa cultura literaria. La música y los cantos tradicionales son presencias constantes en su poesía. No obstante, desde un punto de vista formal no es un poeta que muestre una gran variedad de formas tradicionales; sin embargo, profundiza en las constantes del espíritu tradicional de su tierra y de la gente: el desgarro amoroso, la valentía, la melancolía y la pasión.

 

OBRAS:

Su primer libro, escrito en prosa, fue Impresiones y paisajes (1918).

Sus primicias poéticas quedan recogidas en el Libro de poemas (1921), su estilo se está haciendo aún: tiene influjos de Bécquer, del Modernismo, de Machado, de Juan Ramón. El contenido es muy variado, pero ya domina aquel hondo malestar. Evoca con nostalgia su infancia (paraíso perdido). El poeta parece atravesar una tremenda crisis juvenil.

Ente 1921 y 1924, compone paralelamente tres libros:

Canciones (1927): muy heterogéneo, en él hay poesía pura, vanguardismo y brillantez persistiendo su nostalgia por la niñez (de ahí, sus canciones para niños, como la deliciosa “El lagarto está llorando…” y se advierte su sensibilidad por los temas trágicos como en las “Canciones del jinete, en que aparece uno de esos “hombres malditos”, destinados a morir, como serán tantos personajes del Romancero gitano.

Poema del Cante Jondo (1931): posee una compacta unidad. Es el libro de “la Andalucía del llanto”, un libro lleno de ayes, de dolor, de muerte. Su significación profunda podría ser ésta: Lorca expresa su propio dolor de vivir a través del dolor que rezuman los cantes “hondos” de su tierra. En él su lengua poética alcanza aquí su primera personalísima identificación con lo popular y esa elaborada estilización culta.

Suites: Ha permanecido inédito en buena parte hasta hace poco, y es un hondo testimonio de sus inquietudes humanas y estéticas.

Romancero gitano (1928): está compuesta por dieciocho romances con temas como la noche, la muerte, el cielo, la luna. Todos los poemas tienen en común que  tratan de la cultura gitana y se hace muchas descripciones del mundo de los gitanos.

Es esta obra se presenta una gran síntesis entre la poesía popular y la culta. Toda la obra se centra en dos temas centrales: Andalucía y los gitanos que son  tratados de manera metafórica y mítica.

En relación a la etnia gitana se refleja las penas de un pueblo perseguido que vive al margen de la sociedad y que se ve perseguido por los representantes de la autoridad, y por su lucha contra esa autoridad represiva.

Últimos poemas:

Tras Poeta en Nueva York, Lorca se dedicará preferentemente al teatro, en el que vierte su nuevo “acento social”.

Diwán del Tamarit (1936): libro inspirado en ciertas formas de la poesía arábigo-andaluza con poemas íntimos y doloridos.

Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935): es una elegía por aquel torero que fue gran amigo de los poetas del grupo del 27. En sus cuatro partes, de ritmos distintos, vuelven a combinarse lo popular y lo culto: el ritmo de romance o de “soleá” alternan con el verso largo, y la expresión directa con las más audaces imágenes de aire surrealista.

Sonetos de amor oscuro (1936): libro de sonetos los cuales muchos de ellos han permanecido inéditos hasta hace poco. Los once sonetos de esa serie que hoy conocemos son, sin duda, otra de las cimas de su obra y lo sitúan entre los grandes sonetistas de nuestra lengua (Garcilaso, Lope, Góngora, Quevedo…). La gloria y el dolor de amar alcanzan en estos poemas expresiones hondísimas.

 

Poeta en Nueva York (1930): es un poemario escrito por Lorca entre 1929 y 1930 durante su estancia en la Universidad de Columbia, así como en su siguiente viaje a Cuba, y publicado por primera vez en 1940, cuatro años después de la muerte del poeta.

García Lorca dejó España en 1929 para impartir unas conferencias en Cuba y Nueva York. Aún así, el motivo del viaje fue quizá un pretexto para cambiar de aires y huir del ambiente que le rodeaba y que le oprimía: debido a un fracaso sentimental y al dilema interior que sentía por su sexualidad, Lorca padeció en esa época una profunda depresión. Vivió en Nueva York del 25 de junio de 1929 al 4 de marzo de 1930, partiendo entonces hacia Cuba, donde residió por un espacio de tres meses.[

A Lorca le impactó profundamente la sociedad norteamericana, sintiendo desde el inicio de su estancia una profunda aversión hacia el capitalismo y la industrialización de la sociedad moderna, al tiempo que repudiaba el trato dado a la minoría de color. Para él esta obra es un grito de horror, de denuncia contra la injusticia y la discriminación, contra la deshumanización de la sociedad moderna y la alienación del ser humano, al tiempo que es un reclamo para la aparición de una nueva dimensión humana donde predominase la libertad y la justicia, el amor y la belleza. []Es por ello, por lo que se considera una de las obras poéticas más importantes y relevantes de la historia de este arte, dado su trascendentalismo, ya que es una crítica poética realizada en un momento de cambios económicos y sociales de una magnitud única en toda la historia de la humanidad, que convierte esta obra en una profunda reflexión pesimista y hace que sea un nexo de unión entre el modernismo y la nueva era tecnológica.

 

El estilo empleado en la obra es:

La técnica  usada es surrealista, aunque el poeta lo hace  de forma original y heterodoxa. El versículo amplio y la imagen alucinante le sirven para expresar ese mundo ilógico, absurdo, para construir visiones apocalípticas y coléricas.

El poeta renueva su lenguaje sacándolo de la vía de lo popular andaluz que había explotado hasta entonces. Ahora su lenguaje es de gran simbolismo, donde predomina el sustantivo, tanto en la descripción de objetos como en la evocación de sentimientos. Los adjetivos no suelen ser descriptivos, y generalmente se presentan en asociaciones ilógicas, en imágenes fantásticas de raíz surrealista. Abundan las frases adverbiales y los verbos suelen expresar dinamismo, acción. El lenguaje es por lo general metafórico, con una expresión más sensorial que ideológica. Destaca el uso de la metagoge, que, junto al aspecto caótico de la composición y la sensación alucinante de su descripción, transmite una idea de dinamismo, de metamorfosis, de oposición entre realidad y fantasía.[]

Recurre frecuentemente a la metáfora fantástica, ilógica, inconexa, con asociaciones insólitas de elementos, animados o inanimados. Aunque ésta siempre conserva un carácter referencial y elaborado que  no responde en absoluto a la escritura defendida por los surrealistas franceses. El ilogicismo de sus imágenes se encuentra inserto en la lógica de la estructura interna de los poemas, consiguiendo así una vertebración de todas sus   partes y dando lugar a una composición plenamente coordinada.[]

 

El tema o temas principales de la obra son:

La obra se centra en dos aspectos esenciales: la ciudad y el poeta.[] Así, la ciudad tiene un valor metonímico, referenciado en sus lugares geográficos, que sin embargo queda simbolizada en la ciudad como concepto abstracto, como entidad alienadora del ser humano. Nueva York se convierte pues en un vehículo para que el poeta exteriorice sus sentimientos, plasma en la obra una cosmovisión que refleja el concepto que el autor tiene de la vida, la naturaleza y el hombre, con especial énfasis en el amor, la soledad y la muerte.[]

Pues podemos decir que el eje central del libro no es la descripción de la ciudad, sino el propio poeta, la exteriorización de sus emociones, hecho que se demuestra en la recurrente utilización de la primera persona. El poeta reivindica como no había hecho anteriormente su sexualidad, su libertad de amar, como se evidencia en unos versos de Poema doble del lago Eden: «pero no quiero mundo ni sueño, voz divina, quiero mi libertad, mi amor humano en el rincón más oscuro de la brisa que nadie quiera». Asimismo, se expresa con diversas voces o perspectivas poéticas: una «angustiada», en la que plasma su estado anímico depresivo a causa de los desengaños amorosos; otra «libertada», con la que resurgen sus ansias de vivir con plenitud la vida amorosa de su elección; y una última «solidaria», con la que expresa su pesar por el sufrimiento de los pobres y marginados, de las clases desfavorecidas.

 

La estructura de la obra es la siguiente:

Debido al estado del original y sus posteriores manipulaciones, es difícil saber hasta qué punto la estructura actual del libro se corresponde con la intención de Lorca. En cualquier caso, los 35 poemas  aparecen organizados en diez secciones:

                                          

Poemas de la soledad en Columbia University:

Incluye el epígrafe «Furia color de amor, amor color de olvido», de Luis Cernuda. Son quizá los poemas más intimistas de toda la obra, abordando la amargura de su vida en la metrópolis comparada con la felicidad de su infancia y expresando la decepción por su ruptura amorosa.

 

  • Vuelta de paseo: Representa la introducción al contenido de la obra, que, lejos de ser una crónica de sus vivencias en la ciudad expresa el cansancio de vivir que el autor siente mostrando las dos voces del poeta: la «angustiada» (por el amor irrealizado) y la «libertada» (el intento de superación de su desengaño amoroso).
  • (1910)Intermedio: Expresa su nostalgia por la infancia perdida, especialmente en comparación con su situación actual. Lamentándose de haber perdido su inocencia.
  • Tu infancia en Menton: Es un intento del poeta por recuperar el pasado, doliéndose por el amor traicionado. Sin embargo, no renuncia a encontrar la felicidad, aún sabiendo que no será tan pura como la primera vez.
  • Fábula y rueda de los tres amigos: El poeta expresa en una macabra danza fúnebre su frustración por el amor perdido, objetivando por primera vez el dolor que siente. []

 

Los negros:

Está dedicado a Ángel del Río. En esta sección muestra su solidaridad con los negros norteamericanos, denunciando su situación social y reivindicando su raza, de la que alaba su vitalidad y su pureza primigenia.

 

  • Norma y paraíso de los negros: En este poema muestra la dicotomía del pueblo afroamericano, lo que odian y lo que aman, lo que tienen y lo que esperan, el paraíso que añoran y que no pueden tener en la tierra a la que fueron conducidos sus antepasados. La añoranza de un paraíso perdido entronca con otros poemas en que añora la infancia perdida, la inocencia perdida, el amor perdido.
  • El rey de Harlem: En él expresa por un lado la penosa situación en que viven los negros, por otra alude a su liberación y, por último, manifiesta de nuevo la injusticia cometida contra esta raza, a la que desea un porvenir de libertad y esperanza.
  • Iglesia abandonada (Balada de la Gran Guerra): Este poema se centra en la muerte, entremezclando los horrores de la guerra con las almas de los difuntos.[

 

Calles y sueños:

Esta sección se dedica a Rafael Rodríguez Rapún y es la más descriptiva de la ciudad norteamericana, expresando la impresión que causó al poeta la vida de la gran urbe, la mecanizada sociedad industrial y la deshumanizada economía capitalista.

 

  • Danza de la muerte: En él, primero se habla de la danza que da título al poema, donde se entremezcla todo el dolor y la miseria inherentes a la vida urbana y en  segundo lugar el poeta se sitúa como espectador de este baile, donde no figuran los pobres y desfavorecidos, sino «los otros, los borrachos de plata, los hombres fríos», deseando que se produzca una inversión de estos factores, que los pobres y oprimidos se levanten sobre la injusticia y proclamen una sociedad nueva.
  • Paisaje de la multitud que vomita (Anochecer de Coney Island): Como el poema anterior muestra la situación provocada por el desastre de la bolsa en octubre de 1929, a través de una procesión de muertos, expresando en el vómito la desesperación por los que se encuentran en la miseria. A la vez, el poeta aparece como figura solitaria, desamparada, perdida entre la multitud, sintetizando la visión apocalíptica de la ciudad con su propio interior atormentado.
  • Paisaje de la multitud que orina (Nocturno de Battery Place): Poema de gran desolación, el autor se rinde a la desesperación, personificada en la figura de la «noche». Como en los dos poemas anteriores, sintetiza su dolor personal con la injusticia social, denunciando la insolidaridad de la sociedad capitalista.
  • Asesinato (Dos voces de madrugada en Riverside Drive): En esta breve composición se expresa en forma de diálogo un crimen ocurrido en la neoyorquina calle 42, sirviendo este acto para plasmar el dolor íntimo que subyace en el ánimo del poeta.
  • Navidad en el Hudson: En este poema se intensifica el dolor del protagonista, extendiendo su sensación de soledad al resto del mundo, que se personifica en el río Hudson. El poeta no vislumbra un claro porvenir, sumido en la impotencia de un pasado que no puede cambiar y de un amor que lo consume.
  • Ciudad sin sueño (Nocturno del Brooklyn Bridge):Aquí expresa el poeta el mundo de la noche, de la vigilia, transmitiendo al panorama de la ciudad nocturna su propia insatisfacción, su imposibilidad de soñar o de encontrar alivio o esperanza.
  • Panorama ciego de Nueva York: Expresa una vez más de forma íntima su dolor, que hace extensivo a todo lo que le rodea, apareciendo la figura de la Muerte como plasmación de la esterilidad amorosa del poeta. El dolor es una plasmación física, algo que le golpea sin piedad.
  • Nacimiento de Cristo: En este poema se describe el nacimiento de Jesús, pero no de una forma alegre y jubilosa, como signo de esperanza, sino de forma pesimista, preludiando el nacimiento como el inicio del camino hacia la muerte, hacia el martirio y el sufrimiento que sufrió el Redentor.
  • La aurora: Evoca la ciudad como símbolo de soledad, describiendo el amanecer no como señal de bienaventuranza, sino como imposibilidad de realización de las esperanzas y anhelos del poeta, que se encuentra al final de la noche en la más amarga desesperación.

 

Poemas del lago Eden Mills:

Dedicado a Eduardo Ugarte. Escritos durante su estancia en Vermont, el poeta vuelve a su vertiente más intimista, acentuada su depresión por la soledad y el tiempo tormentoso de la montaña.

 

  • Poema doble del lago Eden: En este poema Lorca hace una comparación entre su infancia y su situación actual, describiendo de forma amarga la pérdida de su inocencia. Sin embargo, surge un nuevo sentimiento de reivindicación, de resurgir de sus conflictos internos para encontrar su esencia personal, reafirmar su estima y su realidad de hombre consciente de su valor como persona. Así, encuentra su «voz mía libertada, asumiendo de forma abierta su sexualidad.
  • Cielo vivo: De nuevo reflexiona sobre su amor perdido, aunque no se resigna a la desdicha y pretende hallar la felicidad.

 

En la cabaña del Farmer (Campo de Newburg):

Dedicado a Concha Méndez y Manuel Altolaguirre. Escrito durante su estancia en el campo en verano de 1929, los poemas de esta sección aluden a hechos y personajes que el poeta conoció durante sus vacaciones, si bien con cierta deformación de la realidad: conoció una niña, la hija del granjero de Catskills (Bushnellsville), si bien no murió ahogada; el niño Stanton existió, pero no tenía cáncer.

 

  • El niño Stanton: La alusión al cáncer evoca el miedo a la muerte siempre presente en la obra de Lorca, y entronca con el dolor del poeta durante su estancia neoyorquina. Así, la figura del niño sirve para reconfortar al poeta, aludiendo de nuevo a la inocencia perdida.
  • Vaca: Pese a la descripción de la muerte de la vaca, el poema simboliza de nuevo el tormento interno del poeta, aludiendo al mundo de ultratumba como símbolo de la desintegración interior que siente Lorca.
  • Niña ahogada en el pozo (Granada y Newburg): Al contrario que el niño Stanton, que era una figura reconfortante, la niña ahogada personifica la frustración amorosa que siente el poeta. De nuevo identifica la muerte con el proceso destructivo que siente en su interior.

 

Introducción a la muerte (Poemas de la soledad en Vermont)

Dedicado a Rafael Sánchez Ventura. En esta sección identifica de nuevo muerte y soledad, centrándose en las consecuencias de esta.

 

  • Muerte: En este poema contrapone el esfuerzo de la vida con la quietud de la muerte, encadena los versos en un movimiento que simboliza la vida, en constante evolución, pero que desemboca sin remedio en la muerte y que es sinónimo del fin del amor.
  • Nocturno del hueco: Hace de nuevo referencia a la noche, que esta vez simboliza el interior del poeta. Se divide en dos partes: en la primera describe las consecuencias del fin del amor, simbolizado en el «hueco»; en la segunda, expresa su vacío interior, la imposibilidad de su amor de realizarse.
  • Paisaje con dos tumbas y un perro asirio: Este poema enlaza con El niño Stanton por la alusión al cáncer, haciendo referencia nuevamente a la muerte. El perro es el de la granja de Catskills, un perro viejo y ciego que según Ángel del Río «dormía en el pasillo a la puerta de la habitación de Lorca», lo que le producía un enorme terror.
  • Ruina: dedicado a Regino Sainz de la Maza. El poeta hace alusión a la destrucción de la naturaleza, como presentimiento de muerte, representada por «las hierbas», que de nuevo está identificada con el fracaso amoroso.
  • Amantes asesinados por una perdiz: poema en prosa y del que se conservan tres versiones. El poeta relata una historia de amor, la de dos amantes que mueren por amor.
  • Luna y panorama de los insectos (Poema de amor): describiendo nuevamente una historia de amor, pero que es acosado y destruido. En cambio, la presencia del marino, es sinónimo de libertad, la cual se opone a la muerte.

 

Vuelta a la ciudad

Dedicado a Antonio Hernández Soriano. Escrito tras su regreso a Nueva York después de las vacaciones, de nuevo denuncia la insolidaridad del sistema capitalista –personificado en Wall Street–, tema que mezcla como es habitual a lo largo del libro con la presencia de la muerte.

 

  • Nueva York (Oficina y denuncia): dedicado a Fernando Vela. Como indica el título, el poeta denuncia la injusticia social del sistema americano, su deshumanización y su egoísmo, su falta de ética y su desnaturalización respecto a la vida. Su solidaridad con los que sufren parte de su propio sufrimiento, denunciando el mal que ha vivido en carne propia.
  • Cementerio judío: Habla de la muerte de un judío, que simboliza el poder económico, describiendo las diferentes etapas del proceso que lleva a la muerte, desde las relacionadas con la medicina, pasando por la religión, hasta la vida de ultratumba.
  • Crucifixión: De nuevo aparece la temática religiosa, estableciendo una relación entre la muerte de Cristo y su situación amorosa, de nuevo la «muerte por amor». La alusión a una vaca alude igualmente al símbolo del sacrificio, haciendo un paralelismo entre la sangre de Cristo y la leche benefactora de este animal. Asimismo, opone estos sacrificios, el de Cristo, el de la vaca y el de su propio amor, a la actitud de los «fariseos», denuncia que quedará más implícita en Grito hacia Roma.

 

Dos odas

Dedicado a Armando Guibert. En estas dos composiciones el poeta alude directamente al tema del amor, tratado en Grito hacia Roma de forma colectiva y en Oda a Walt Whitman de forma individual, y contraponiéndolo en ambos casos a la hipocresía de los fariseos y los guardianes de la moral.

 

  • Grito hacia Roma (Desde la torre del Chrysler Building): El poeta denuncia la actitud hipócrita y mezquina de la Iglesia católica al amor auténtico, principalmente el que deriva del sufrimiento. Frente a esta actitud contrapone el verdadero mensaje evangélico, de paz y amor. El poeta se suma a la gente que sufre, a los pobres, los desfavorecidos:
  • Oda a Walt Whitman: En este poema simboliza en la figura de Walt Whitman el amor auténtico, inmaculado, puro, hermoso, contrapuesto a la fealdad y horror de los «maricas», los seres impuros, rendidos a la lujuria y que no conocen la trascendencia del amor espiritual. Así, defiende la legitimidad del hombre para escoger libremente su tendencia sexual, sin verse discriminado ni sumergido en el inframundo de los «maricas».

 

Huida de Nueva York (Dos valses hacia la civilización):

De nuevo el protagonista habla del amor, a través de unas composiciones inspiradas en el ritmo de vals, que intenta imitar a través de la utilización de estribillos. El tono es más alegre, quizá debido a la partida del poeta de la ciudad que le proporcionó una sensación tan negativa.

 

  • Pequeño vals vienés: El poeta alude a su sentimiento amoroso que relaciona con la infancia como tiempo de cándida inocencia.
  • Vals en las ramas: Al igual que en el anterior, habla de un amor melancólico y evocador, personificando en un ruiseñor la muerte por amor.

 

El poeta llega a La Habana

Dedicado a Fernando Ortiz. Esta sección coincide con el único poema escrito durante su estancia en Cuba, donde trasluce un mayor optimismo y alegría por la vida.

 

  • Son de negros en Cuba:Este poema lo escribió en Santiago de Cuba, inspirándose en el son, el ritmo musical cubano. Está plagado de referencias a gentes, lugares y objetos propios de Cuba, mostrando en sus versos su anhelo de olvidar los sufrimientos anteriores.